Todos/as pasamos por situaciones que hacen "tambalear" nuestro estado de ánimo de vez en cuando (problemas en casa, en el trabajo; situaciones cambiantes que nos superan; crianza, separaciones...). A menudo caemos en la trampa de pensar que todas estas dificultades son obstáculos que nos impiden ser felices. Pero no necesariamente es así; sobre todo si pensamos en la felicidad como un estado, y no como la descripción de un periodo en nuestra vida.
Nadie tiene una fórmula infalible para ser feliz; de hecho, es probable que ya hayas leído sobre la felicidad anteriormente, y que de poco te haya servido.
Hoy te invito a ir un poco más allá: no te limites a leer este artículo, sino plantéate cómo puedes aplicar a tu vida cada uno de los siguientes puntos.
1. Disfrutar el momento, saborear la vida y vivir el presente: hay momentos para todo; y estar constantemente pensando en las preocupaciones no nos garantiza que éstas se resuelvan más rápido.
2. Hacer cosas que te hagan sentir realizado/a: ¿qué cosas te hacen sentir valorado/a, útil y realizo/a? Aporta tu granito de arena a la sociedad, y haz de este mundo un lugar mejor. Los esfuerzos retornarán en forma de momentos de felicidad.
3. Trabajar en ti mismo/a, mejorando algunos aspectos: ¿qué aspectos podrías mejorar para sentir que das una mejor versión de ti mismo/a en casa, en el trabajo...?
4. Expresar tus emociones y opiniones: identificar las emociones y expresarlas correctamente hace posible que vivamos una vida más plena.
5. Mostrar gratitud: muestra tu agradecimiento, especialmente por aquellas cosas que habitualmente te pasan desapercibidas.
6. Ser generoso/a: sobre todo, en lo que a hechos se refiere. Si puedes ayudar a alguien y hacer que su día sea un poco mejor, ¡adelante, hazlo!
7. Compartir las alegrías: si compartimos las alegrías, éstas se "multiplican". Intenta hablar de aquello que te ha ido bien durante el día, de lo ilusionado/a que estás por nuevos proyectos o planes... En vez de centrar la conversación en aquello no que acaba de ir bien.
Te animo a que lo pongas en práctica. Si no te sientes capaz de hacerlo solo/a, o la situación te supera, recuerda que puedes buscar ayuda profesional.
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