¿Por qué me contacta mi ex?

A veces los exs hacen cosas que no tienen sentido (aparente). Como contactarte después de meses o incluso años sin saber absolutamente nada el uno del otro. Después de que te dejen sin previo aviso ni explicación. Después de que, de manera indirecta, te hagan creer que es por ti, no por ellos; que hay algo en ti que no les gusta, que no les convence.

Te contactan. Y tú te preguntas: ¿por qué lo hace? Sus intenciones pronto se evidencian: quiere volver a verte.

¿Para qué? Te preguntas. Una pregunta muy acertada: si te dejó porque no eras lo suficientemente buena para él (o así te hizo sentir), para qué contactarte. 

La cuestión es que probablemente no te dejó porque no fueras lo suficientemente buena, sino que te dejó por otros motivos. Por ejemplo, porque la relación contigo ya no le proporcionaba el chute de autoestima que le proporcionaba al principio. Sí, es cierto: hay determinados perfiles de personas que deciden sobre sus relaciones basándose en qué tan buenas son para subir su autoestima, aunque lo hagan de forma inconsciente.

Sigamos con el razonamiento: si tu ex establece relaciones con la finalidad de obtener un chute de autoestima, es posible que empiece a tener sentido volverte a contactar; ya no eres tú el motivo de la ruptura. Y qué más cómodo que una ex que en el pasado te proporcionó un chute de autoestima, para que te lo vuelva a proporcionar.

Imagina que te encanta la paella. Un día, de repente, te das cuenta de que ya no te resulta tan atractiva la idea de comer paella; que la has aborrecido. Decides probar con otro plato: arroz negro. Al cabo de un tiempo, como de costumbre, lo aborreces. Quieres comer un plato con arroz y de pronto te acuerdas que en el congelador tienes un tupper de paella que preparaste cuando todavía te gustaba. En el pasado la aborreciste, sí; pero... ¿qué es más probable que hagas, que lo descongeles, o que te prepares una paella? 

Pues eso es lo que les sucede a los exs que van en busca de un chute de autoestima; que es más conveniente y más fácil descongelar una relación, que crear una nueva.