Nos incomoda el sufrimiento ajeno. Sentimos que debemos hacer algo para aliviarlo y ¡por supuestísisisimo! nos duele ver sufrir a nuestros seres queridos.
Queremos ofrecer apoyo y consuelo. Con la mejor de las intenciones y con el único objetivo de hacer más llevadero el dolor de la situación, caemos en comentarios que puede, en realidad, resultar invalidantes.
Veamos algunas ejemplos:
- «No llores, no merece la pena».
- «No pienses más en él/ella; ya forma parte del pasado. Y el pasado hay que dejarlo atrás».
- «Ahora, a vivir la vida».
- «Hay más peces en el mar; ya verás como encuentras a alguien proto».
- «Tienes que ser fuerte. No puedes venirte abajo por una relación de pareja».
- «Pues mi compañero/a de trabajo lo dejó con su pareja poco después que tú y ya ha rehecho su vida».
- «Tú lo que necesitas es distraerte».
Comments