Se estima que 1 de cada 5 personas son altamente sensibles (de ahora en adelante, “PAS”). Ser PAS no es una enfermedad, sino que se trata de un rasgo de personalidad normal (de hecho, puede considerarse una virtud).
Sin embargo, si la alta sensibilidad nos genera malestar, quizás deberíamos activar algunos recursos que nos ayuden a aumentar nuestro autoconocimiento y nos permitan gestionar nuestras emociones de forma más sana.
En caso de no gestionarse de forma correcta, ser PAS puede traducirse en malestar emocional; en cuyo caso es aconsejable buscar ayuda profesional para sacar el mayor partido de esta virtud, sin que ésta afecte a nuestro bienestar.
Pero, ¿cómo son las personas altamente sensibles?
- Más empáticas: son más capaces de ponerse en la piel de los demás, entendiendo su dolor. También suelen proporcionar cohesión a los grupos y se les da bien minimizar conflictos.
- Más reflexivas: procesan las situaciones (y problemas) con mayor detalle.
- Más emocionales: perciben las emociones de forma más intensa.
- Más sensibles (sensorialmente): suelen ser más sensibles al dolor, olor, ruido…
- Más creativas: son capaces de percibir detalles muy sutiles.
¿Eres una persona con alta sensibilidad?
E.Aron publicó una serie de preguntas agrupadas en forma de test para identificar a las personas con alta sensibilidad. Lo encontrarás a continuación:
1. Me molestan especialmente los colores estridentes, luces potentes, olores intensos o textiles ásperos.
2. Tengo menor resistencia al dolor que la mayoría de las personas que conozco.
3. Percibo detalles muy sutiles que la mayoría de la gente pasa por alto.
4. No soporto situaciones tumultuosas, lugares con violencia, con mucha gente. En esos casos necesito retirarme a un lugar tranquilo.
5. Soy una persona reflexiva y doy vueltas a las cosas hasta que las comprendo totalmente.
6. Puede emocionarme profundamente una canción, una obra de arte, un paisaje…
7. En mi infancia, mi familia y conocidos me definían como persona tímida e introvertida.
8. Suelo captar fácilmente el estado de ánimo y la energía de las otras personas.
9. Me cuesta más que a otras personas adaptarme a los cambios.
10. Soy una persona meticulosa y concienzuda.
Si has respondido afirmativamente a 5 o más preguntas, es probable que seas una persona altamente sensible. Como hemos dicho, se trata más de una virtud que de un obstáculo, pero es posible que en ocasiones nos haga más predispuestos a sufrir ansiedad y depresión. Si es tu caso, busca apoyo profesional.
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