Después de un tiempo de relación comienzan las discusiones. Éstas son cada vez más subidas de tono, y por motivos cada vez más banales. Un día, la distancia entre los dos se acorta, y uno de los dos invade el espacio del otro. Otro día la situación se va de las manos y, uno de los dos sobrepasa los límites. “Pero no pasa nada; me quiere; le he provocado y no se ha podido controlar. No volverá a pasar. Vamos a solucionarlo.” Pero a pesar de las esperanzas de un futuro mejor, las situaciones se repiten, un día tras otro. Se vive con miedo y la vida se reduce a evitar que se nos insulte o se nos maltrate, como resultado de nuestro instinto de supervivencia.
Éste podría ser el resumen de muchas de las historias de maltrato.
Algunas de las características de la situación que nos llevan a afirmar el caso del maltrato son:
-El miedo.
-El falso sentimiento de culpabilidad y responsabilidad de la situación.
-El espiral de violencia que, al contrario de lo que nos gustaría pensar, jamás disminuye, sino que aumenta con el paso del tiempo agravándose la situación una vez más.
En general, en psicología lo que más cuesta es ser consciente de la situación que se vive y ponerle nombre. En el caso del maltrato todavía es más evidente. No nos gusta asumir el papel de víctima, y mucho menos creer que aquella persona con la que hemos compartido nuestra vida, a la que hemos querido (y quizás queremos) es un maltratador.
A continuación encontrarás una lista de conductas que se engloban dentro de la definición de “maltrato”.
- Arañar, golpear, morder, estrangular o dar patadas.
- Lanzar algún objeto contra la víctima.
- Tirar del pelo.
- Empujar, tirar o zarandear.
- Agarrar de la ropa.
- Bloquear el paso para evitar que la víctima huya de la situación.
Y, aunque más difíciles de reconocer, también lo son…
- Insultar, gritar, hacer chantaje emocional y manipular (p.e. utilizar la custodia de los hijos como pretexto para evitar la separación).
- Controlar de las redes sociales los teléfonos, el horario y las amistades de la víctima.
- Criticar constantemente.
- Avergonzar a la otra persona en público.
- Impedir que la víctima hable con su familia y amistades.
- Decirle qué hacer, usar o ponerse.
- Dañar objetos de la propiedad de la persona maltratada.
- Amenazar con hacer daño a la víctima, su hijo, familia o mascota, incluso sin llevarlo a cabo.
Si te encuentras en situación de maltrato, o crees estarlo, LLAMA AL 016. La situación no mejorará; la probabilidad de que el maltratador cese en su conducta es nula. Ponle freno ahora; no esperes que vaya a más porque, aunque suene catastrofista, puede ser demasiado tarde. ¿Tienes dudas? Tienes la respuesta en las noticias y el elevado número de víctimas de violencia de género. Seguramente ellas también tuvieron dudas y se encontraron en una situación parecida a la tuya.
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