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  • Foto del escritorMontse

¿Por qué me cuesta mostrarme tal como soy?

Nos cuesta mostrarnos tal y como somos. Nos sentimos como desnudos en lo emocional; tremendamente vulnerables. Y no nos gusta sentirnos vulnerables. Confundimos vulnerabilidad con un permiso para que los demás hagan y deshagan con nosotros según su voluntad. Creemos que la vulnerabilidad nos acerca al peligro; que aumenta las probabilidades de que nos hieran.


Lo que hay detrás de esta asociación no es más que una idea que no necesariamente refleja la realidad. Permitidme que lo desarrolle.


Al mostrarnos tal como somos mostramos nuestras debilidades, nuestros puntos débiles; ponemos sobre la mesa aquello que nos duele, las heridas (mal)curadas, lo que llevamos en nuestra mochila emocional de experiencias dolorosas, lo que nos llega muy adentro. Y pensamos que, si proporcionamos esta información a nuestro alrededor, podrá ser utilizado en nuestra contra.


Y es cierto; es posible que sea así. Todas y todos conocemos a alguna persona que utiliza los puntos débiles en su propio beneficio. Pero afortunadamente es una gran minoría (y, si creemos que no es así, quizás es que hemos tenido "mala suerte" y hemos topado con más personas con este perfil de las que estadísticamente es probable que nos topemos). No debemos tener miedo a mostrarnos tal y como somos; no debemos tener miedo a sentirnos vulnerables. Porque "vulnerables" significa "humanos"; y eso es justamente lo que somos, y lo que buscamos al interactuar con otras personas.

Buscamos autenticidad, sentirnos identificados, saber que la persona que tenemos delante se muestra tal y como es, que no hay parcelas de su ser que se esconden estratégicamente, que confía en nosotros porque proyectamos honestidad, respeto y confianza. Y, para conseguirlo, podemos ser nosotros mismos quienes nos mostremos naturales, auténticos y eso, en algunas ocasiones, puede que signifique mostrarnos vulnerables.




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