Si tu hija te pregunta si es bonita...

Si tu hija te pregunta si es bonita, dile que sí, que lo es, que ni se lo cuestione.

Pero también dile que no tiene por qué serlo. Que está bien no serlo, y no quererlo ser. Que su responsabilidad no es ser bonita, que no es menos valiosa o menos capaz si no lo es. Dile que ella debe ser muchas otras cosas; las cosas que ella quiera ser. 

Dile que no pasa nada si algún día no se siente bonita. Dile que no pasa nada si alguien le dice que no es bonita. 

Dile que la belleza no nos hace más valiosas, ni más capaces, ni más especiales. 

Dile que su cuerpo no es un objeto de decoración o una obra de arte que deba ser admirada. Dile que su cuerpo, aunque no cumpla con los cánones de belleza establecidos socialmente, es un aliado que le permitirá vivir su vida, conseguir los objetivos que se proponga, sentirse realizada y aportar valor de forma verdaderamente significativa.

Tu hija es muchas otras cosas que "bonita". Tú lo sabes. Ella quizás lo dude. O quizás todavía no se lo cuestione. Pero no se lo digas; ayúdala a que se de cuenta.

Dile que es bonita. Pero, sobre todo, dile también todas las otras cosas que es.   

Tu hija también puede ser simpática, risueña, amable, respetuosa, sincera, asertiva, responsable, trabajadora, inteligente, valiente, sensible, fuerte, soñadora. Bríndale las herramientas o las palabras de apoyo y reconocimiento que necesite para ser todo lo que ella quiera ser, incluso si no se ve capaz de serlo - especialmente en esos casos -.

Ayúdala a sentirse capaz, valiosa. Y todo lo demás vendrá después.