Gashlighting (luz de gas) es un patrón de manipulación y abuso emocional que se caracteriza por hacer dudar a la víctima de su propia percepción, memoria y juicio. Como resultado, ésta dudará de sí misma, estará confundida y puede acabar desarrollando tristeza y depresión.
El término gashlighting proviene de una película en la que un hombre manipula a su mujer para hacerle pensar que está loca y poder obtener su objetivo. Para ello, le esconde objetos y manipula su realidad.
Algunos ejemplos, sería:
- "Nunca dije eso, te lo estás inventando."
- "Eso no sucedió; debes estar confundida."
- "Eres muy sensible."
- "No hay para tanto, estás exagerando."
A continuación encontrarás una serie de señales que indican que quizás estés siendo víctima de gaslighting:
- Sientes que te equivocas y te disculpas constantemente.
- Te cuestionas si realmente eres demasiado sensible.
- Sientes que todo lo que haces está mal y empiezas a evitar ciertas tareas o situaciones.
- Te planteas si tus ideas y acciones son correctas.
- Dudas sobre las decisiones que tomas, incluso si éstas no tienen relevancia.
- Ocultas información para evitar tener que dar explicaciones y ocultas información para que no te cambien la realidad.
Es importante que, si se da esta situación, tengas claras tus ideas; lo que sientes y lo que recuerdas; independientemente de que desde fuera se te diga lo contrario. Es de sabios cuestionarnos si estamos haciendo lo correcto; pero si realmente creemos que es así, ¡adelante con ello!
Por otro lado, es importante no intentar contentar a la otra persona. Será una tarea imposible. Es mejor afrontarlo directamente y comunicar lo que nos hace sentir mal, a la vez que pedir que la otra persona cese este tipo de conductas.
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