Cuando, en sesión decís «cuando mi pareja se enfada me deja de hablar» (recordad que también es aplicable a familiares y amistades), se me enciende un piloto rojo.
Rápidamente paso a explorar en qué consisten esos silencios, cuánto duran y en qué contexto (en qué situaciones) suelen darse.
Lo anterior es muy, MUY importante. ¿Por qué? Porque existen varios tipos de silencios, y no todos significan lo mismo, y necesitan que actuemos de forma significamente distinta.
Voy a hablar de ello separando los distintos tipos de silencio en categorías cuyos nombres me tomo la libertad de inventar ☺✌
1️⃣ Silencio emocional: se da en aquellas personas quienes necesitan tiempo para digerir las emociones y lo que ha ocurrido, y para poder hablar de ello.
✅ En este caso, debemos conceder tal tiempo - o el que podamos permitirnos, emocionalmente hablando -. Siempre y cuando (!!!) se acabe hablando al respecto para evitar que se convierta en un...
2️⃣ Silencio escapista: aparentemente se trata de un silencio emocional pero, en este caso, se ha instrumentalizado; se ha utilizado para «evadir» responsabilidad, para «escapar» del problema (no necesariamente de forma consciente). Habitualmente el silencio va seguido de reanudar la convivencia «como si nada hubiese pasado».
✅ Es totalmente desaconsejable hacer «como si nada hubiese pasado» si se trata de una problemática reiterada o algo que nos afecta emocionalmente. El silencio escapista puede, en algunos casos, ser en realidad un...
3️⃣ Silencio castigador: «la ley de hielo» o «hacer el vacío» describen perfectamente este silencio. Tiene por objetivo, de alguna forma, que nos demos cuenta de que «nos hemos portado mal».
Se trata de un silencio con finalidad adoctrinadora: lo que nos llevamos de la experiencia es que, si hacemos esto o aquello otro, o que si decimos esto o aquello otro, nuestra pareja no nos dirige la palabra. Una demostración de (supuesto) poder en toda regla.
✅ Este silencio es MUY nocivo. Pongamos límites, expresemos que nos duele, manifestamos que no lo vamos a tolerar. Y, lo más importante, consideremos si seguir con la relación resulta perjudicial para nuestro bienestar y tomemos decisiones.
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- Ley de hielo.
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