En cada discusión (entendida como intercambio de puntos de vista) es tan importante que podamos expresarnos con libertad, sin sentirnos juzgados, sin sentir que nuestro punto de vista se hace de menos; a la vez que nos expresamos con empatía, respeto y contemplando la posibilidad de que el otro tenga un punto de vista distinto sobre la misma situación.
Sin embargo, es posible que no siempre sea así.
Es posible que las discusiones se vuelvan una lucha de egos, y por esto me refiero que nos encontremos en una tesitura donde es más importante tener razón que llegar a un punto de entendimiento a partir del cual construir.
También es posible que nos sintamos poco vistos, poco valorados o poco tenidos en cuenta si vivimos la situación como que nuestra pareja intenta imponer su punto de vista, insistiendo, haciendo de menos nuestra visión, dándole una vuelta a la tortilla o manipulando la situación.
Si se dan estas circunstancias es muy probable que acabemos frustrados/as y agotados/as, y que nos envuelva una gran sensación de impotencia al darnos cuenta de que es poco probable que podamos llegar a ese punto de entendimiento que anhelamos.
Como resultado, nos sentimos poco conectados con nuestra pareja, con pocas ganas de interactuar en lo afectivo e, incluso, con pocas fuerzas para gestionar las futuras discusiones de forma más sana.
Por eso: empatía, respeto y tener como objetivo construir puede mantenernos en el extremo sano de una discusión.
*No aplica a situaciones de abuso donde los límites son nuestros aliados y la estrategia que nos permite salvaguardar nuestro bienestar.
Otros posts que también te puede interesar...
Si tu situación te genera malestar y sientes que no cuentas con las herramientas para gestionarla, no dudes en buscar ayuda profesional especializada en el ámbito de las relaciones. Si deseas que seamos nosotras quienes te acompañemos en el proceso, estaremos encantadas de hacerlo. Puedes conocernos aquí y contactarnos desde el formulario de contacto.
Comments